Los imputados restantes, Francisco Rolando Angelotti -sindicado como líder de la organización-, Raúl Ignacio Mermet y Andrés Fernando Charpenet permanecen detenidos por considerar el juez riesgo de fuga.
Marcelo Corazza, el ganador de la primera edición del reality Gran Hermano realizada en 2001, fue liberado, pero continúa procesado en la causa en la que se le imputan los delitos de corrupción de menores de 13 años y exhibiciones obscenas.
Así lo determinó una orden del juez Javier Sánchez Sarmiento, a cargo del juzgado en lo Criminal y Correccional 48.
En tanto, los imputados restantes en la causa, Francisco Rolando Angelotti -sindicado como líder de la organización-, Raúl Ignacio Mermet y Andrés Fernando Charpenet permanecen detenidos por considerar el juez riesgo de fuga.
En cuanto a la situación procesal de Corazza, el juez determinó que deberá responder “en calidad de autor penalmente responsable del delito de corrupción de menores de trece años en concurso ideal con el delito de exhibiciones obscenas a un menor de trece años”.
Sin embargo, consideró que en su caso “los hechos hasta aquí probados me llevan a afirmar que su situación merece un tratamiento diferente al de sus restantes consortes de causa“.
En esa línea, Sánchez Sarmiento ordenó el procesamiento sin prisión preventiva e inmediata libertad para Corazza, y trabar embargo hasta alcanzar la suma de dos millones de pesos.
En tanto, a Angelotti, Mermet y Charpenet se les imputó ser “coautores de los delitos de asociación ilícita y trata de personas agravado por la cantidad de víctimas, perpetrado en contra de menores de 18 años y aprovechándose de su situación de vulnerabilidad”.
A su vez, se consignó a Angelotti como “coautor de los delitos de abuso sexual continuado con acceso carnal, gravemente ultrajante, perpetrado en contra de menores de trece años”.
Considerando las imputaciones y “la expectativa cierta de una severa pena de prisión de efectivo cumplimiento”, el juez consideró que es posible “presumir fundadamente” un riesgo de fuga por parte de los acusados restantes.
Las cuatro detenciones fueron realizadas el lunes 20 por efectivos de la División Trata de Personas, de la Superintendencia de Investigaciones de la Policía de la Ciudad luego de seis allanamientos realizados en la ciudad misionera de Oberá y en las localidades bonaerenses de General Pacheco, Tigre y General Rodríguez.
Si bien por el momento se ordenaron cuatro arrestos, la investigación judicial continúa, ya que los investigadores están convencidos que la organización está integrada por más involucrados aún no individualizados.
Según la imputación, a los cuatro se les acusó de “haber conformado una organización destinada a reclutar menores y mayores de edad en situación de vulnerabilidad, con el fin de someterlos a la práctica de relaciones sexuales y la explotación sexual sin su consentimiento, ya fuere por intercambio de dinero o por satisfacción personal o de terceros”.
En la causa, Corazza está mencionado en un único hecho ocurrido, según la víctima que lo denuncia, “luego de 2001”, cuando ya había ganado el reality y lo llevó en su auto particular hasta la Costanera Sur, donde se dio una situación de abuso.
De acuerdo a la investigación, los abusos ocurrieron con al menos 11 víctimas en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y de las provincias de Buenos Aires y Misiones desde al menos 1999 hasta la fecha.
Al respecto, las víctimas declararon en el expediente que los abusos ocurrían en autos particulares, domicilios y albergues transitorios y algunos de los lugares mencionados fueron Caballito, Parque Centenario, Plaza Miserere, Costanera Sur, Castelar y General Rodríguez.
La investigación comenzó el 24 de octubre del año pasado, luego de que un testigo de identidad reservada denunció que había sido abusado sexualmente cuando él tenía entre 11 y 13 años, entre 1999 y 2002, por uno de los ahora detenidos, a quien solo podía individualizar por su nombre de pila y que luego lo hizo tener relaciones sexuales con otros de los acusados.
Los imputados, como parte de su plan para lograr la confianza y la captación de la voluntad de sus víctimas, los invitaban a viajes, les compraban ropa o les conseguían trabajos, detallaron las fuentes.
Algunas de las víctimas eran captadas en plazas, otras en sitios de chats en internet y hasta hay mencionada una escuela de teatro en un centro cultural del barrio de Almagro.